Ponts
Frente al imponente paisaje de la ribera del Segre hemos construido una casa que, distribuida en dos plantas poco convencionales, dan respuesta a las necesidades de las personas usuarias.
El desnivel que existe entre la calle y el jardín, la necesidad de aparcamiento de tres vehículos y la afición a la escalada son los retos que hemos resuelto en este proyecto.
Desde la calle damos acceso al garaje ya un espacio polivalente en el que hemos instalado una zona de estar/biblioteca para contemplar el paisaje y un rocódromo. ¡Sí, un rocódromo! Por eso os hemos dicho que el edificio se resuelve en dos plantas "poco convencionales". En la planta inferior es donde se desarrolla el programa de la vivienda con dos habitaciones, dos baños y una gran sala de estar cocina y comedor que disfruta de un gran jardín por un lado y de las vistas al campanario de la iglesia por otro.
El desnivel que tenemos entre la calle y el jardín queda bien reflejado en el interior con un voluminoso doble espacio que el acceso con la planta inferior y, al mismo tiempo, permite que la luz y el sol de mediodía calienten la vivienda.
El verde de las fachadas, la madera de los paneles de cubierta y la madera del porche del jardín dan carácter y personalidad a la vivienda, consiguiendo un espacio muy confortable y cálido.
Arquitecto: Ricard Turon
Arquitecta técnica: Esther Gatnau
Fotografía: Marc Torra - Fragments
Ponts
Frente al imponente paisaje de la ribera del Segre hemos construido una casa que, distribuida en dos plantas poco convencionales, dan respuesta a las necesidades de las personas usuarias.
El desnivel que existe entre la calle y el jardín, la necesidad de aparcamiento de tres vehículos y la afición a la escalada son los retos que hemos resuelto en este proyecto.
Desde la calle damos acceso al garaje ya un espacio polivalente en el que hemos instalado una zona de estar/biblioteca para contemplar el paisaje y un rocódromo. ¡Sí, un rocódromo! Por eso os hemos dicho que el edificio se resuelve en dos plantas "poco convencionales". En la planta inferior es donde se desarrolla el programa de la vivienda con dos habitaciones, dos baños y una gran sala de estar cocina y comedor que disfruta de un gran jardín por un lado y de las vistas al campanario de la iglesia por otro.
El desnivel que tenemos entre la calle y el jardín queda bien reflejado en el interior con un voluminoso doble espacio que el acceso con la planta inferior y, al mismo tiempo, permite que la luz y el sol de mediodía calienten la vivienda.
El verde de las fachadas, la madera de los paneles de cubierta y la madera del porche del jardín dan carácter y personalidad a la vivienda, consiguiendo un espacio muy confortable y cálido.
Arquitecto: Ricard Turon
Arquitecta técnica: Esther Gatnau
Fotografía: Marc Torra - Fragments